miércoles, 15 de abril de 2015

Algunas cosas que he aprendido corriendo descalza

El mejor calzado para empezar es ninguno 


Tres años corriendo descalza-minimalista me sirven para constatar que la perseverancia tiene premio. Con el tiempo no sólo mis pies se han habituado a correr descalzos. Los niños, adultos y perros del vecindario también se han acostumbrado a verme trotar sin zapatillas y no sólo ya no me miran de manera reprobatoria sino que algunos han comenzado a mostrar interés por el tema. Los hay que me preguntan por qué lo hago y otros, pocos, preguntan sobre cómo empezar y qué tipo de calzado es el mejor. Mi respuesta es breve: el mejor calzado para empezar es ninguno. 

Resulta curioso lo dispuestos que estamos a comprar cosas. Debe ser cosa de la presión social pero lo primero en lo que pensamos cuando queremos comenzar una nueva actividad deportiva es en comprar el material necesario para practicarla. Si queremos iniciarnos en las cosas del correr pensamos que lo más importante es comprar unas zapatillas adecuadas a nuestro tipo de pisada. Ése es el primer consejo que nos dan los “expertos” inmersos en el paradigma de la amortiguación y es lo primero en lo que pensamos también cuando nos decidimos a probar esto del barefoot. 


Calzado minimalista. ¿Quién dijo que los minimalistas no usamos calzado?


Hay muchas y muy buenas opciones de calzado minimalista, zapatillas y sandalias con las que se consigue una protección suficiente sin perder casi nada a cambio. Sin embargo, pienso que la mejor manera de iniciarse de un modo seguro es hacerlo descalzo. Las zapatillas son una gran herramienta pero no creo que sean lo mejor para comenzar. En todo caso, se pueden usar para el día a día de manera que nuestros pies se vayan acostumbrando a la ausencia de drop y de amortiguación, pero para correr pienso que es mejor comenzar sin nada entre el suelo y los pies. 


Correr descalza me ha reconciliado con el asfalto 


La siguiente pregunta que me hacen suele ser sobre la mejor superficie para correr. La gente espera que les diga que lo mejor es empezar a correr por terreno blandito, hierba o la arena de la playa, y la respuesta les sorprende. Pienso que lo mejor para comenzar es el asfalto u otra superficie similar. En todo caso una superficie dura, uniforme y más o menos limpia. Mejor si elegimos una zona no demasiado transitada porque si nos encontramos con otras personas es probable que al principio estemos más pendientes de lo que puedan pensar los demás que de lo que estamos haciendo.



Las superficies duras y uniformes son mucho más amigables para correr descalzos sobre ellas de lo que parecen. El asfalto ofrece estabilidad y seguridad porque los objetos “peligrosos” como las pequeñas piedras están a la vista. Supongo que por eso, aunque ahora ya no me limite a la calles de la ciudad, sigo pensando que correr descalza me ha reconciliado con el asfalto.


Explorar el mundo


Correr descalzos requiere de una transición que nos permita reaprender a hacer aquello que nuestros ancestros hicieron durante milenios, lo que todavía hoy hacen sin mayor problema los humanos de otras culturas y los niños pequeños de todas las sociedades. Es durante esa transición cuando considero que es mejor correr sobre asfalto pero pasado un tiempo prudencial vale la pena cruzar los límites marcados por las calles de la ciudad y explorar el mundo que se extiende más allá de las calles. 



Correr descalzos por asfalto es divertido a la vez que predecible. Hacerlo por terrenos naturales puede ser maravillosamente placentero y a la vez doloroso. Correr por la arena de la playa es muscularmente exigente y dependiendo del tipo de arena puede ser abrasivo para la piel de los pies aunque en general suele ser más fácil y agradable hacerlo descalzo que con calzado. Sin embargo, la mayoría de los corredores descalzos-minimalistas que conozco, incluyéndome a mí, nos calzamos cuando salimos a correr al monte y usamos zapatillas minimalistas o sandalias, calzado que permite sentir el terreno y a la vez protege los pies. Al principio ni me planteé correr descalza por el monte, simplemente eso era algo que no entraba dentro de la categoría de lo posible para mí. 



Correr es sentir el aire en la cara, el sol en los ojos y en la piel, las irregularidades del terreno, el frío y el calor, piedras y barro; notar, en definitiva, el suelo bajo los pies. Correr por el monte es también caminar, parar y volver a comenzar. Correr descalzo por montaña supone estar dispuesto a caminar muy despacio y asumir que deberemos cargar con una mochila llena de paciencia, prudencia y, sobre todo, mucha modestia. Porque las piedras del camino no se van a apartar a nuestro paso y será imposible esquivarlas todas. Correr por terrenos naturales fortalece los pies y permite una conexión con la naturaleza difícil de conseguir de otro modo. Así que, ¿por qué no? Se trata de empezar caminando y cuando se pueda, si se puede, correr. Así de simple. 




A quien realmente quiera saber 


Unos 2 millones de años llevamos los humanos corriendo, descalzos la mayor parte de ese tiempo, por montañas y llanuras, pedregales y barrizales, usando nuestros pies con su sistema de amortiguación y estabilización natural y sólo 45 años usando zapatillas especiales que “corrigen” nuestros defectos al correr. Pero, ¿y si no hubiera nada que corregir? 

A quien me vea correr descalza le diría que esto ni es una moda reciente ni algo que sólo puedan hacer unas pocas personas. Correr descalzos es ni más ni menos que hacerlo como lo hacen el resto de los animales y cómo lo hemos hecho nosotros mismos hasta épocas muy recientes. A quien tenga sed de conocimientos le diría que cada vez hay más evidencia científica a cerca de las bondades de correr descalzos o con zapatillas minimalistas. Pero a quién realmente quiera saber en qué consiste esto de un modo más directo e intuitivo le diría que simplemente se quite el calzado y pruebe a correr unos pocos metros, no más de 200, y valore por sí mismo cómo se comporta su cuerpo haciendo algo a la vez tan natural y extraño. ¿Es tan duro y doloroso para las articulaciones como parece? ¿O no?

7 comentarios:

  1. Muchas gracias, Pesque. Es un maravilloso resumen, íntimo y sincero de tu experiencia.

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  2. Me ha parecido sumamente interesante tu articulo, yo estoy siempre intentándolo, aunque solo he conseguido correr descalzo en la playa y un poco sobre el césped, pero las zapatillas minimalistas son la solución o al menos una experiencia diferente. Un saludo.

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  3. Me ha gustado mucho tu publicación. Coincido contigo en que la mejor forma de empezar es descalzo. Yo llevo mas de un año siendo minimalista y alternándolo sin calzado. mis comienzos fueron a raíz de una dolencia en la rodilla a la cual no le encontré solución con ayudas de fisioterapeutas, ya había leído sobre este tema anteriormente y decidí descalzarme y correr con las zapatillas en la mano. Muchos dicen que si la transición, que si es mejor empezar corriendo poco tiempo, y mil cosas, todo eso me han parecido cosas inciertas, mi primer día conseguí correr 5km a 5:30 min/km sin problemas, y disfrutando muchísimo, desde ese día dije que yo tenia que correr así, con esa técnica, me preguntaba por que no lo había probado antes, mi dolor desapareció. al de unas semanas corriendo descalzo, me compre unas merrell de la gama glove y la verdad es que estoy encantado de correr así. Hará cosa de 10 meses aproximadamente, mi pareja quiso dar salto al minimalismo, y mas de lo mismo, nada de transiciones ni nada, el cuerpo es sabio, y sabe hasta donde puede llegar, antes de llegar al limite te avisa y hay que saber parar a tiempo. Y ahora mi hermana también quiere pasarse a este "bando".
    Un saludo

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  4. Interesante artículo. LLevo unos dos años corriendo descalzo y hace unos meses ya he abandonado el "amable" asfalto y disfruto mucho más haciéndolo por zonas de tierra compacta o caminos. El ritmo por estas superficies ha disminuido pero el disfrute ha crecido de forma exponencial.
    Comparto al 100% tus experiencias y comentarios y no dudes que cuando tenga un hueco me pasaré por tu blog.
    Adán Pies Negros.

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  5. Me gustaría contactar contigo. He empezado hace poco a correr con huaraches y, en ocasiones, aparecen dudas. Querría preguntarte muchas cosas.
    Gracias.
    Mi correo lara@monografic.com

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    1. Hola, Josep Lluís Lara. Siento no haberte respondido antes. Supongo que a estas alturas habrás seguido corriendo con huaraches y tus dudas se habrán resuelto. En todo caso te animo a seguir corriendo así. Si te surgen más dudas puedes encontrarme en las redes sociales (Twitter y Facebook) y puedes encontrar mi e-mail en mi perfil.

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  6. Si se me hace complicado correr por montaña ya de por si, como para hacerlo con calzado minimalista o descalzo! Eso si, me dais mucha envidia los que podéis!

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